martes, 28 de junio de 2011

Agradecimientos

Gracias por haberme seguido, por que os haya gustado, por ser pacientes.
Por todo.
Esta novela ha llegadoa  su fin, no voy a hacer segunda parte ni nada, simplemente me dedicaré a escribir en otros de mis blogs: "En algún lugar" y "El diario de Izzy"
Besos

lunes, 13 de junio de 2011

Setenta y ocho

El bautizo del niño de Ámber y Cory fue precioso.
Ámber vestía un precioso traje color turquesa que le realzaba esos ojos que tiene ella, tan bonitos que miraban al bebé que tenía en sus brazos, tranquilo y sereno, Kellan dormitaba en el cuello de su madre. Cory, por su parte llevaba un traje azul marino. Emma, un vestido ya de temporada, ceñido en la cintura, y un recogido precioso en el pelo. Owen de calle pero elegante como siempre, sujetaba la vela que le señalaba como el padrino.
La ceremonia pasó rápida y la familia y los amigos fueron a comer a un restaurante de las afueras de la ciudad.


***Pasa medio mes desde entonces***

**BORJA**

Al fin el día llegó, tenía muchísimas ganas de largarme de allí. No creía haberme portado tan mal como para tener que haber pasado tanto tiempo allí encerrado.
Me acuerdo una vez, cuando era pequeño, que Rubén se había atrevido a quitarme aquella piruleta tan grande que tía Elisa me había regalado de su viaje a Munich y cómo yo me había enfadado y levantado del césped para ir a quitársela tirándole del poco pelo que tenía por aquella entonces. Y como mis padres se habían erguido pegándome una cachetada cada uno y yendo a socorrer a Rubén.
Y ahora después de todo este mal trago, regreso a casa.

Borja se sube al autobús acompañado de otros chavales que volvían a sus casas y que quizás no volverían a pisar ese lugar nunca más.

Por el camino, Borja miraba el paisaje, los árboles empezaban a florecer, las crían de los animales corrían sin parar, otras aprendían a volar, a dar sus rimeros pasos...
Se puso los cascos y buscó en la galería de su móvil una canción en especial
"Aquí estás"-pensó. calcó la tecla de play y la canción "I miss you" de blink-182 inundó su cabeza. Y cuando ésta se acababa retrocedía esos minutos para volver a escucharla, con un solo click.
Pasaban un túnel, otro, esa larga carretera nunca se acababa, la ciudad tardaba en aparecer.
Decidió descansar, cerrar los ojos un momento para recuperarse...
-Borja, eh Borja que ya casi hemos llegado tío despierta.
-Eh, déjame-Se dio la vuelta en el asiento, pero los compañeros de alante y atrás empezaron a tocarle las anrices.
-Boooooorja, Boooooorja, despieeeeeeerta.
-Sois unos pesados.-Se incorporó en el asiento, al fin llegaban a la ciudad que él tantas ganas había tenido de observar.
La gente paseaba cómoda, hacía sol, los árboles estaban verdes y preciosos, las golondrinas volaban sin parar, los niños corrían por los parques y las aceras...
Casi había llegado a la parada donde el autobús lo dejaría para siempre.
Borja se levantó y salió al pasillo.
-¡Eh, por favor, silencio tíos!-.Todos se callaron y giraron hacia la voz-Gracias. En escasos segundos habré llegado a la parada en la que me bajaré y abandonaré este autobús para siempre. Donde volveré a casa con la gente que quiero-Todos se rieron, sabían a quien en concreto se refería-Bueno, he de deciros que esta temporada que he pasado en el Cróquelham ha sido maravillosa, dentro de lo que cabe, gracias a vosotros. Suena cursi, lo sé. Pero gracias a esta experiencia he conocido a mogollón de chicos uqe me han contado historias que jamás imaginaría. Gracias por haberme hecho sentir unos más. Os llevaré siempre conmigo.
Borja terminó y una oleada de cantos inundó el bus. Éste se frenó y Borja supo que había llegado a su destino, a casa. Recogió la mochila de mano del compartimento superior, se despidió de todos. El conductor lo ayudó a sacar la bolsa grande del porta-equipajes. Después esperó a que el autobús arrancase y todos los chavales se arimaron a la ventanilla de que daba a su lugar despidiéndose con golpes en el cristal y gritando"Eh, eh, eh, eh" una y otra vez.


Ámber y Emma con Kellan estaban paseando por el parque cercano a donde Borja se había apeado.
-Em, estaba pensando que igual si hago un módulo de hostelería este septiembre…igual puedo dejar a Kellan con mi madre por el día, bueno, y por la noche ella también me ayudaría ya que vivimos juntas y…-Emma no la escucha, se estaba fijando en otra cosa-¿Em, me estás escuchando?¿Em?-Ámber sigue la mirada de Emma hasta llegar a parar a un autobús que hay al otro lado, en la calle, en doble fila-Oh, Dios mío.
-Dime que no es la persona en la cual estoy pensando Ámber.
-Si lo es cielo-Ambas miran a un chico alto y moreno que se estaba bajando del autobús, cogiendo la bolsa de mano y sacando las maletas del maletero del auto con ayuda d el conductor. Después se echó hacia atrás y el autobús se puso en marcha, varias manos salieron del interior por una ventanilla despidiéndose de aquel chico y gritándole, no, más bien cantándole. Él empezó a caminar cruzando la calle en dirección al parque.
-Dime que es un sueño, por favor-Dijo, su voz se empezó a quebrar y sus ojos se empañaron.
Borja camina sin percatarse de esos dos pares de ojos que están posados en él.
-Emma, trae más maletas que la última vez ¿no crees?-Después se gira y la mira, su amiga está paralizada y no le quita el ojo a Borja-Vamos, ve, yo estaré por aquí…Corre.
Entonces Emma duda, da un paso lento hacia adelante, dos, y gana velocidad, y corre y corre en dirección al chico y Borja gira la cabeza cotilleando a ver quien es esa loca que va corriendo en su dirección, y la ve, pero no le da tiempo a prepararse y caen al suelo, bajo los primeros árboles adornados de la primavera y la gente pasa despacio a su lado y los miran allí tirados, y miran como ella está encima y las maletas por el suelo, y como se besan y se abrazan sin levantarse y se ríen, y ella llora, llora de auténtica FELICIDAD. Él se levanta y tira de ella, le acaricia la cara, y la besa con amor y cariño. “ya se me había olvidado como eran esos besos fríos” recuerda ella.
Y él la abraza y la levanta y giran y giran y giran... Y por fin el mundo es como ella había esperado. Como ambos lo habían planeado. Juntos para siempre. Siempre.
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Calderón de la Barca dijo una vez: Cuando el amor no es locura, no es amor.

Y en esta historia, hay mucha locura ;)

Gracias por haberme seguido

viernes, 10 de junio de 2011

Sesenta y siete

Emma estaba sentada en la cama con el llavero de Borja en sus manos y la última carta.
“Ojala vengas por Navidad”
El ruido de una moto suena cerca.
“Ese ruido sordo, es una moto…La yamaha es inconfundible. No puede ser él, no”
Bajó las escaleras a toda prisa, al llegar al piso de abajo se relajó un poco por si no era él. La moto daba acelerones. Emma cogió su chaqueta y sigilosamente salió a la calle. Un motorista estaba aparcado delante de su casa. Ya estaba oscureciendo. Él se bajó de la moto y se quitó el casco dejándolo posado en el sillín. Movió la cabeza sensualmente con gesto rápido para colocar su cabello. Miró hacia donde estaba Emma y le sonrió. Emma empezó a llorar pero no se puedo mover, la emoción la paralizó. Se llevó una mano a la boca. Borja corrió hasta donde estaba ella y la obligó a levantar la cabeza y a mirarlo a los ojos.
Ninguna palabra.
Un te quiero en cada mirada. Un abrazo largo seguido por besos fríos bajo los copos que los bañaban.
Borja la cogió por la cintura girando en redondo. Emma se empezó a reír. Cayeron al césped y empezaron a rodar. Solo se oían risas en ese momento. Otro beso y abrazos fuertes. Ella se tumba y él a su lado, con medio cuerpo encima de ella.
-Te quiero enana-Le susurró al oído mientras le acariciaba la cara y le apartaba un mechón de pelo rebelde.
-Y yo a ti.

Entraron en la casa. La familia de Emma lo recibió muy bien.
-¿A dónde vais?
-Saldremos con tus abuelos a tomar algo. Te quedas sola ¿vale?
-Vale.
-Cuidadito con lo que haces Emma Philips, ya ves lo que le pasó a Ámber-Le guiña un ojo y se van todos.
Después Emma va al baño y trae dos toallas pequeñas para secarse un poco, suben al ático.
-¿Qué le pasó a Ámber?
-Te has perdido mucho. ¿Qué quieres hacer antes, “noche” o charla?-Levanta una ceja y muestra una sonrisa pícara.
-Qué mejor recibimiento que una “noche”-Emma cierra la puerta con pestillo por si vuelven antes de tiempo, apaga las luces, pone música como la última vez. De su bolsillo saca un sobrecito cuadrado que había cogido cuando fue al baño y la noche comienza con besos y caricias que ponen la piel de gallina, el suelo se llena de ropa arrugada y el sofá se convierte en un lugar cómodo y cálido en el que dos cuerpos se fusionan formando uno solo. La temperatura aumenta y el sudor brota de sus cuerpos, al igual que el placer. Las ganas de más crecen y pasada la hora todo se acaba, el gusto ha llegado, los cuerpos se paran y el ritmo cardíaco disminuye poco a poco. Ella acaricia su cuerpo, él su espalda mientras miran a cualquier sitio con la mirada perdida.
-Te echaba de menos.
-Y yo. Te amo-Los besos vuelven.


Después de un largo rato de relajación empiezan a hablar. Emma le cuenta el día en que se unió a la pandilla de Rubén, lo cual no le gustó mucho, su comienzo en el Snt. Liferland, lo de Cory y Ámber. Lo que no mencionó fue el beso de Owen, los moratones que le provocaron Nicole y Rubén y a Sergi. Poca cosa.
Después Borja le habló del centro Crókelham, de su amistad con Hugo y Rufo y del tipo de gente que había allí.
-No te puedes ni imaginar lo mal que lo pasé, te eché muchísimo de menos.
-Oh, pobrecito-Emma empieza a besarlo cuello arriba, un mordisquito en la oreja. Lo abraza con dulzura, le besa los labios, la mejilla, el cuello…baja lentamente por su cuerpo. La ola de calor aflora de nuevo y las ganas de más también.

Sesenta y seis

-¡Mamá, mamá, mamá!
-¿Qué pasa Marta?-Preguntó Alicia mientras salía de la cocina limpiándose las manos, al llegar al pasillo miró a la niña. Estaba acompañada de un chico.
-Borja…-Él se adelantó cerrando la puerta yendo a abrazarla-Hijo…-La madre empieza a llorar. Él también.
-Mamá, ¿qué tal? ¿estáis todos bien?
-Oh, Borja, cómo te he echado de menos. Ven pasa, te estoy haciendo tu pastel preferido. Una carta llegó avisando de que vendrías por Navidades durante dos semanas.
-Así es-Posó sus cosas en el salón y entró a la cocina.
-Ten-Le ofreció un trocito del pastel de nueces y avellanas-¿Café?
-Sí, por favor.
Pasa la tarde, charlan de todo un poco.
Rubén aparece saludándolo con unas palmaditas en la espalda.
-Hombre, has vuelto.
-Pues sí.
-Mamá me voy, he quedado con Nicole.
-Bien hijo.
-¿Estás saliendo con Nicole?
-No, pero me he rendido, Emma es toda tuya, leí el aviso de la carta-Se ríe-Y Nicole y yo hemos trabado mejor amistad-Habla en susurros, su madre no se entera de nada.
-Me alegro.

Rubén sale por al puerta.
Marta juega con sus muñecas en el pasillo.
 Oscar aparece por la puerta de la cocina mirando unas hojas que tiene en la mano sin percatarse de la presencia de Borja, creyendo que se trata de Rubén.
-Alicia, tenemos que comprar los regalos-Dice en voz baja para que la pequeña no los descubra-¿Ha llegado algo de Borja?-Sigue mirando los papeles-Tendremos que ir a verlo si él no viene ¿no crees?
-Oscar…
-Hola papá.
Oscar se pone tenso y se gira para verlo. No dice nada. Borja se levanta y va a abrazarlo, una lágrima pequeña resbala por la cara de su padre.
Alicia contempla la escena.
-Borja, Emma viene cada semana para ver si hay noticias tuyas, y como estos meses no has mandado carta, le he dicho que no sabíamos nada…
-Si me disculpáis voy a verla.
-Claro hijo cómo no-Su padre lo suelta y sigue a lo suyo- Ah Borja, bienvenido a casa.
-Gracias papá.
Borja sale por la puerta con las llaves de la moto, entra en el garaje, se pone el casco y arranca la moto.
Está empezando a nevar más fuerte.

Sesenta y cinco

-HA LLEGADO EL DÍA, EL DÍA MARAVILLOSO, DE VOLVER A CASA, A CASA MARAVILLOSA, Y VER A LA FAMILIA, FAMILIA MARAVILLOSA.
-Hugo, estás loco ¿ya lo sabías no?-Borja se pone su chupa de cuero y las Ray Ban en la cabeza, recoge su maleta y sale por al puerta-Venga vámonos, habitación hasta dentro de dos semanas.
-¡¡Allá vamos!!
En la puerta del centro recogen sus teléfonos, y el resto de “tecnologías” y suben al autobús que les llevará de nuevo a casa. Un último vistazo y el autobús arranca.

***
-Mamá, el correo.
-Ahora voy Rubén-Llega a la salita, lo mira pasando una tras otra, nada importante, la última le llama la atención. La abre-Es de tu hermano.
-Mamá, mamá, ¿viene Borja?-Marta tira de la camiseta de la madre hacia ella para llamar su atención.
-Si cielo, Borja vuelve durante dos semanas-Le sonríe-Vamos hay que limpiar su cuarto.
Rubén pone mala cara y sube de mala gana a limpiar la habitación en la que ahora abundaban alguna que otra caja y polvo, mucho polvo.

“Mierda, yo que esperaba que no volviera nunca, que se pudriera por allá adelante, que me dejara vivir la vida como Dios manda, sin interrupciones por presencias no deseadas como es la suya. Y ahora mi madre me manda limpiar SU cuarto el cual va a utilizar solo dos míseras semanas supuestamente según dice la carta. Y para colmo está lleno de mierda, anda que no ha podido limpiarlo ella como hace con el resto de la casa. No, ha preferido mantenerlo cerrado hasta hoy”
Abre la ventana, vacía las estanterías, su madre lo ayuda. Después de un largo rato limpiando la habitación está habitable otra vez.
Alicia baja a la cocina y empieza a vaciar los armarios en busca de los ingredientes de ese pastel tan especial que le gusta a su hijo el mayor. Mientras, tararea una canción que no se sabe pero que suena en ese momento en la radio.

Pasan las horas.
Marta salió afuera con sus botas de agua y un carricoche de juguete, algún que otro copo de nieve empezó a caer. Un joven apuesto estaba enfrente de la casa, es moreno y alto. Llevaba una mochila grande a la espalda y otra bolsa en la mano izquierda.
El pelo se lo recordaba más corto y rizado, pero ahora lo tenía un poco más largo, no le quedaba mal. Se quitó las gafas y las colocó en la cabeza mientras esbozaba una amplia sonrisa y empezaba a caminar por el sendero de piedra que daba al porche de la casa en frente de la niña. Ésta gritó su nombre en alto y echó a correr hacia él dejando el carricoche abandonado en el césped. Él soltó la bolsa y se inclinó hacia delante. La niña saltó a sus brazos.

Sesenta y cuatro

-Anda mujer, que fijo que te sirvo para algo.
-Vale, está bien.
Salieron del café, cruzaron la calle y entraron en una tiendecita de joyas.
-Ven mira esta pulsera, es genial, a tu madre le encantará, ya verás.
-Es un poco cara ¿no?
-Para la jefa de la casa es genial.
La pulsera era de plata con unas perlitas brillantes reunidas en un círculo, y con un enganche sencillo.
-Vamos, tu madre lista, ¿ahora?
-Mi hermano. ¿Qué tal un escales Tri?
-Mira que eres mala para los regalos eh, un videojuego. ¿Tiene play verdad?
-Obviamente que sí.
-Vale, vamos a Games y preguntamos que es lo más recomendado.

Las siete de la tarde y Yolanda con su pulsera, Adri con su juego de la play, Juan con su reloj viceroy, Ámber con una gabardina lila preciosa, para los abuelos a ella un collar y para él un jersey y para Borja otro reloj.

-Gracias Sergi, no sé como agradecértelo, en dos horas todo listo, las manos llenas y la cartera vacía-Se ríe en medio de la calle.
-De nada. Me voy, he de hacer…cosas. Ya nos veremos-Se despide con la mano en alto y desaparece calle arriba.


-¡Mamá ya estoy en casa!
-Em, mira quienes han venido.
-¡Abuelos! ¿Qué tal?
-Muy bien cielin. Emma, no revuelvas el bolso que hasta el 25 no hay nada.
-Anda abu, dámelo ya-La abraza y besa.
-No.
-Vale-Pone morritos y se cruza de brazos.
-Em, ¿cómo lo lleva Ámber?
-Ah sí, bien, con vómitos continuos y dolores, es un poco rebelde con sus patadas-Se ríe-¿Sabes? Me ha pedido que sea la madrina. Ambos están de acuerdo.
-Mientras que seas responsable y pongas de tu hucha el dinero de pascua…todo tuyo.
-Genial. No saben que va a ser pero dudan en ponerle Walter, Kellan o Megan.
-Son guapos los tres.
-Ya le decía yo que si fueran trillizos arreglado. Por cierto, dentro de tres días la voy a acompañar a la revisión. ¿Puedo verdad?
-Pues claro-La madre se percata de lo cargada que llega su hija-Cambiando de tema ¿Todo eso?
-Navidad mamá, Navidad.

Sesenta y tres

-Bien, supongo. Y cuento que también me voy, tengo que hacer compras de última hora.
-Ya…¿puedo ir contigo?
-No.
-¿Por qué?
-No quiero ser borde, ¿pero te das cuenta que te tiro indirectas de que no me caes bien?
-Ya te caeré mejor una vez que me conozcas.
-Olvídate.
-Vamos Emma, hago todo lo posible para caerte bien, ya no sé que hacer.
-Haber dime, ¿por qué te empeñas tanto en ser mi amigo? Hay más chicas, no creo que tengas dificultades con tu…físico.
-Haber…eres guapa, agradable con los demás, estudiosa, encantadora, trabajadora, y un largo etc.
-No intentes ligar conmigo.
-No lo hago-Se apoya en la mesa con los brazos y se inclina hacia delante, dibuja una sonrisa pícara en su boca.
-Arg, quien sabe, igual con el tiempo me llegues a caer bien, pero con mucho tiempo por el medio.
-Háblame de ti.
-Tu primero, ¿de dónde eres?
-España, viví hasta los cinco años en Italia, de donde es mi padre y después me mudé a España, de donde es mi madre.
-¿Por qué te mudaste a aquí?
-Ganas de conocer mundo, supongo.
-Yo me mudé de concejo nada más, llevo aquí desde…
-Principios de verano.
-Ss…ii-Bebe un poco de chocolate-Lo ves, estas cosas son las que me ponen nerviosa, lo adivinas, es como si me leyeses la mente antes de que lo diga, o como si me estuvieras espiando desde que llegué.
-Lo sé, tengo mis…contactos por así decirlo.
-Joder…¿Y tienes hermanos?
-Una gemela, Penny, es muy parecida a mi, de pelo rubio y a media espalda, delgada, muy delgada y de ojos verdes, más oscuros que los míos. ¿Y tú?
-Un hermano de catorce años, gordito moreno…normalito.
-¿Amigos, muchos?
-Sí, muchísimos de ellos los dejé en mi otra ciudad, ahora tengo otros.
-Yo los dejé todos en España. De los de Italia ya ni me acuerdo.
-Bueno, Sergio…
-Llámame Sergi, lo prefiero más.
-Sergi, tengo que irme, enserio, tengo que comprar cosas, para Ámber, mi familia, mi novio…etc-Recoge sus cosas se viste y va hacia la barra.
-Tranquila ,invito yo.
-Oh, no tienes por qué es lo mío y lo de Ámber…
-Da igual. Te acompaño, ¿te importa?
-Gracias, y no, que hayamos hablado no quiere decir que te tenga confianza.