La otra foto que ella se había quedado descansaba en la almohada cerca de ella.
Había besado su esclava millones de veces creyendo que quizás alguno llegaría a su dueño, el que se la había regalado, pero sabía que era estúpido…
-Emma, buenos días-Dijo su madre intentando entrar en la habitación-Ábreme.
Sabía que era necesario echar el cerrojo, no quería que su madre la viese así o la atosigaría a preguntas.
-Emma por favor, llevas dos días aquí encerrada, ¿qué pasa?
-Nada, déjame quiero…dormir más, no me encuentro bien-Se sorbió la nariz, había gastado la cajita entera de los pañuelos, la papelera estaba llena. Y todo esto los dos primeros días…
-Emma…-Ella se ocultó bajo las sábanas y la puerta se abrió de pronto.
No se sabe cómo lo hizo, pero si el cerrojo estaba echado…
-Es imposible, ¿magia?
-No. Una madre preocupada, ¿Qué te pasa? Cielo santo, algo gordo, ¡menuda cara!-Levantó la persiana. Cómo odiaba eso.
-¿Por qué lo dices?
-Por tu cara hinchada, roja, la papelera llena de pañuelos y…oye, mira eso brillante…¿una esclava?
Emma ocultó la mano tan rápido como pudo, pero ya era tarde.
-Déjame verla…Emma…¿¿Te quiero: B??
-Si…como es mi cumple dentro de poco…ee…Covi me ha mandado esto de parte de Blair que no va a poder venir.
-A, vaya amigas más buenas que tienes.
-Si-“uff por suerte la foto no la vio, si estuviera en la corchera todavía pero en la cama sospecharía algo.
-Mamá, ¿puedes dejarme sola?
-Si claro, pero bajas a desayunar.
-No se me apetece, enserio.
-Como quieras-Salió por la puerta y la cerró.
“Bueno Borja, me has dicho que no me deprima y me quede en casa ¿no? Pues tendré que salir, y lo más cojonudo es que ahora que no estás no tengo con quien. ¿Sandra? Ni en broma, parecía maja pero no quiero nada con ella, no vaya a ser que luego haya problemas…¿Rubén? Rehaz tu vida ¿no? Pues es un buen comienzo, no como novio pero sí como amigo. ÉL me meterá en el grupo y listo.”
Salió de la cama recogió su habitación y se fue a duchar.
Música, el agua caliente cayendo sobre su espalda, ella estaba sentada en el plato de ducha. La música del teléfono paró y empezó a sonar otra diferente con vibración incluida. Una llamada. Se levantó con cuidado de no caer, abrió la mampara y miró a ver quien era. No era Borja, sino Rubén, lo cogió.
-¿Si?
-Enana, ¿te apetece venir hoy hasta la playa? Hace un día precioso.
-Em…no se Rubén-¿Le había vuelto a llamar por el apodo?
-Anda mujer, que no estoy yo solo e, no tengas miedo-Se rió-Cómo Borja se fue…pensé que quizás se te apetecería.
“Con que puñaladas e…Vamos Em, tienes que salir, y si no es con él…¿con quién entonces?”
-Vale, ¿dónde OS veo?-Dijo recalcando esa palabra.
-Paso a buscarte ¿vale?
-Si-Colgó tras la afirmación y se duchó rápido. Cuando se estaba calzando sonó el timbre.
“Ya ha llegado” Respira hondo, no pasa nada, las diferencias se quedaron atrás, el pasado es el pasado y ahora hay que vivir el presente y a por el futuro”
No hay comentarios:
Publicar un comentario