viernes, 3 de junio de 2011

Cuarenta y seis

Cantidad de lágrimas acudieron aquella noche y la mañana y día siguiente a  su cara, la persiana estaba cerrada, no entraba ni un mísero rayo de luz, el reloj de la mesita marcaba las nueve de la mañana. Borja se había ido, cogido un avión sin saber si quiera su destino, solo que sería internado en un colegio lejos de todo.
La otra foto que ella se había quedado descansaba en la almohada cerca de ella.
Había besado su esclava millones de veces creyendo que quizás alguno llegaría a su dueño, el que se la había regalado, pero sabía que era estúpido…

-Emma, buenos días-Dijo su madre intentando entrar en la habitación-Ábreme.
Sabía que era necesario echar el cerrojo, no quería que su madre la viese así o la atosigaría a preguntas.
-Emma por favor, llevas dos días aquí encerrada, ¿qué pasa?
-Nada, déjame quiero…dormir más, no me encuentro bien-Se sorbió la nariz, había gastado la cajita entera de los pañuelos, la papelera estaba llena. Y todo esto los dos primeros días…
-Emma…-Ella se ocultó bajo las sábanas y la puerta se abrió de pronto.
No se sabe cómo lo hizo, pero si el cerrojo estaba echado…
-Es imposible, ¿magia?
-No. Una madre preocupada, ¿Qué te pasa? Cielo santo, algo gordo, ¡menuda cara!-Levantó la persiana. Cómo odiaba eso.
-¿Por qué lo dices?
-Por tu cara hinchada, roja, la papelera llena de pañuelos y…oye, mira eso brillante…¿una esclava?
Emma ocultó la mano tan rápido como pudo, pero ya era tarde.
-Déjame verla…Emma…¿¿Te quiero: B??
-Si…como es mi cumple dentro de poco…ee…Covi me ha mandado esto de parte de Blair que no va a poder venir.
-A, vaya amigas más buenas que tienes.
-Si-“uff por suerte la foto no la vio, si estuviera en la corchera todavía pero en la cama sospecharía algo.
-Mamá, ¿puedes dejarme sola?
-Si claro, pero bajas a desayunar.
-No se me apetece, enserio.
-Como quieras-Salió por la puerta y la cerró.
“Bueno Borja, me has dicho que no me deprima y me quede en casa ¿no? Pues tendré que salir, y lo más cojonudo es que ahora que no estás no tengo con quien. ¿Sandra? Ni en broma, parecía maja pero no quiero nada con ella, no vaya a ser que luego haya problemas…¿Rubén? Rehaz tu vida ¿no? Pues es un buen comienzo, no como novio pero sí como amigo. ÉL me meterá en el grupo y listo.”

Salió de la cama recogió su habitación y se fue a duchar.
Música, el agua caliente cayendo sobre su espalda, ella estaba sentada en el plato de ducha. La música del teléfono paró y empezó a sonar otra diferente con vibración incluida. Una llamada. Se levantó con cuidado de no caer, abrió la mampara y miró a ver quien era. No era Borja, sino Rubén, lo cogió.
-¿Si?
-Enana, ¿te apetece venir hoy hasta la playa? Hace un día precioso.
-Em…no se Rubén-¿Le había vuelto a llamar por el apodo?
-Anda mujer, que no estoy yo solo e, no tengas miedo-Se rió-Cómo Borja se fue…pensé que quizás se te apetecería.
“Con que puñaladas e…Vamos Em, tienes que salir, y si no es con él…¿con quién entonces?”
-Vale, ¿dónde OS veo?-Dijo recalcando esa palabra.
-Paso a buscarte ¿vale?
-Si-Colgó tras la afirmación y se duchó rápido. Cuando se estaba calzando sonó el timbre.
“Ya ha llegado” Respira hondo, no pasa nada, las diferencias se quedaron atrás, el pasado es el pasado y ahora hay que vivir el presente y a por el futuro”

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