jueves, 2 de junio de 2011

Dieciséis

“Bueno, me fastidia salir de aquí, pero ya ha pasado media hora y tengo que ir a verle. Oh Rubén, como te quiero”
Al abrir la puerta para salir del baño la música invadió la casa entera.
-Emma, baja ese trasto.
-Si.
Emma abrió el armario, uf estaba lleno de ropa, pero no sabía que modelo escoger. Empezó a probarse cosas, claramente tenía que tirar la mitad, o donarlo a una de esas ONGs dichosas para los peques de África. Sí, esa sería la mejor opción. Tendría que ir de compras, el año escolar estaba a punto de empezar y no quería dar mala imagen.
Al final optó por una falda de esas por la cintura de botones a los lados y de color azul. La parte de arriba iba tapada con una blusa blanca de tirantes. Los pies, con unas simples francesitas blancas. Cogió el bolso grande de D&G, regalo de su tía para navidad, en él metió las gafas de sol de aviador, un libro que había empezado a leer aunque no muy gordo, y cómo no, la cartera. Tenía pensado pasar la tarde entera haciéndole compañía a Rubén.
***
Ya en el hospital, Emma conocía perfectamente el pasillo, la habitación y el ascensor al que tendría que ir, aunque solo lo hubiera cogido una única vez.
-Mamá, Rubén no sabe que hemos venido a esta hora, le he dicho a Borja que le avisara de que vendría por la noche. Paso yo primero.
***
Sandra llegó al borde del lago en el que había quedado con Emma. No estaba, quizás llegaría un poco tarde. La esperaría. Se sentó allí, a la sombra de un árbol y en aquel verde césped bien podado. Había pasado ya una hora, Sandra se cansó de esperar.
“No creo que esta chica sea de las que plantan a sus amigos. Quizás le haya pasado algo…”
Se levantó y se fue por el mismo camino por el que vino.
***
La puerta sonó y detrás de ella apareció la chica más bella que había visto jamás. Emma había ido a verlo.
-¡Eh Rubén, mira quien ha venido!-Osar habló. No fue el único que la vio entrar por la puerta, Borja y Rubén también se la quedaron mirando.
-Hola-Emma habló bajo. Observó la habitación antes de acercarse, había otra cama pero estaba vacía, la habitación era pequeña, había dos butacas y dos armarios pequeños. Lo típico de una habitación de hospital, claro.
-Emma…Has…venido.
-¿Qué te creías? He cancelado hasta una cita por venir a verte.-Rubén se puso serio, Emma se empezó a reír-Tranquilo, era una amiga.
-Bueno ya tienes compañía, bajaré a comer mientras. Tomaré un café. Yolanda ¿Te animas?
-Claro, dejemos a los chicos.
-Borja ¿Bajas?
-No-Rubén giró de repente la cabeza hacia el lugar del que provenía la voz, su hermano estaba muy serio.
-Borja…por favor- Rubén le hablaba a él en ese momento.
-Está bien-Su última mirada fue dirigida a Emma-Chao Emma.
-Borja.
Se cerró la puerta.

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