jueves, 2 de junio de 2011

Diecisiete

Emma se sentó al borde de la cama de Rubén, le acarició la mano con cuidado.
-¿Cómo te encuentras grandullón?
-Genial, ¿no…ves que…ya estás…tú aquí?-Se rieron.
-Rubén, lo siento.
-Emma, no…hace falta…que te…disculpes…cien…veces. Con…una bastaba.
Ella se acercó a su cara.
-Te quiero-Le besó suavemente. Rubén la cogió encima de él, le daba igual la herida, así y todo no era para tanto-Rubén-No podía hablar-Rubén que te manco. Para-Se rieron.
-¿Qué te parece si me quedo toda la tarde contigo?-No dijo nada, simplemente le sonrió. Emma se quedó allí tumbada junto a Rubén.
Después de una hora aproximadamente Oscar, Yoli y Borja entraron por la puerta. Emma se levantó rápidamente y se sentó en una butaca. Sacó su libro para empezar a leerlo en cualquier momento.
-Bueno, bueno, bueno. ¿Qué tal estás chaval?-Preguntó Oscar.
-Aquí…bien acompañado…
La puerta se abrió, una enfermera bajita pero elegante para estar con uniforme entró con un bote de suero-Buenas tardes, dentro de un ratito se pasa el doctor Gubert- Remplazó el bote por el vacío que había en el poste del gotero. A continuación se fue por donde vino lentamente.
El doctor entró al cabo de cinco minutos cortos.
-Buenas-Miró su libreta antes de continuar hablando-Haber Rubén, ¿Cómo te encuentras hoy?
Rubén miró a Emma ella estaba con la vista fija en él desde hacía ya un tiempo.
-Mejor… que ayer…doctor-Le sonrió.
-Bien. Dependiendo de cómo estés mañana te daremos el alta a la tarde o no.
-Gracias doctor Gubert-Dijo Oscar.
-Buenas tarde-El doctor salió por la puerta.
-Bueno Emma yo me voy, cuando quieras que venga a buscarte me avisas.
-Vale mamá.
Yolanda salió por la puerta. Pasados quince minutos se fue Oscar, tenía turno de noche y entraba a las siete. Y allí se quedaron Borja, Rubén y Emma.
Borja miraba por la ventana, Emma leía el libro que se había llevado y Rubén estaba allí, recostado en la cama cerrando los ojos. Estaba agotado.
-Emma…-El que hablaba era Rubén.
-Dime
-¿Podrías traerme una botella de agua?
-Claro, el libro me estaba cansando, cogeré una revista. Borja, ¿un periódico?
-Si, pero bajo yo también que soy muy tiquismiquis para eso-Le sonrió.
Rubén frunció el ceño, Emma lo percibió claramente.
-Ve bajando ya te alcanzo-Le invitó Emma.
Borja salio por la puerta. Ella se acercó a Rubén.
-Eh, no te piques, ¿por qué haces eso?
-Tengo miedo Emma…miedo…pues…a perderte. Borja…es muy traicionero. Tengo miedo…a que…te coma el coco
-¿Con qué?
-No lo sé…cualquier cosa…una novia imaginaria…por ejemplo
Emma empezó a dudar. Cerró un poco los ojos y frunció el ceño. ¿Y si ese tema que noches atrás había sacado Borja era verdad? No lo sabía, pero tenía que averiguarlo.
-De eso tendremos que hablar, pero cuando salgas-Alzó las cejas-Vengo enseguida.
La máquina que marcaba los latidos del corazón empezó a darlos más seguidos, lo que quería decir que el pulso de Rubén se aceleraba. Él, ahora, después de la pequeña charla, estaba nervioso.

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