Ocho

El timbre sonó en la puerta de la casa adosada amarilla. Alicia abrió la puerta.
-Emma, qué sorpresa ¿cómo estás?
-Bien señora Municht. ¿Está Rubén en casa?
-Sí, bajará  cenar dentro de poco supongo, mañana tiene esa competición tan importante, tiene que descansar. Sube si quieres, su habitación es en el pasillo de la derecha la segunda puerta.
-Gracias.-Subió la puerta estaba entreabierta. Picó-Rubén,¿estás visible?-No hubo respuesta-Rubén…-Entró y cerró la puerta tras de sí.
Rubén estaba acostado bocabajo sobre la cama, vestía un bañador rojo largo, no de competición, su pelo largo estaba mojado. Dormía plácidamente. Emma se sentó en el borde de la cama, le besó la sien y le peinó el pelo suavemente.
-Rubén, despierta, soy Emma.
-Humm…hola,¿qué…haces..aquí?-Bostezó, se le veía cansado.
-He venido a verte porque te marchaste muy serio hoy y no te he vuelto a ver desde que hablamos. Estaba algo preocupada.
-Me acordé de que tenía que entrenar un poco más para mañana-Hizo una mueca.
-Tu madre me ha dicho que te avise para bajar a cenar-Rubén se dio la vuelta en la cama apoyándose en un brazo tras su cabeza. Le hizo una señal a Emma para que se echara junto a él. Lo hizo y se quedaron cayados un rato.
-¿Mañana irás a verme?
-Claro,¿qué esperabas, que te viera encerrada desde mi habitación?-Rieron los dos juntos. Emma jugueteó con el collar de Rubén, él la cogió por la barbilla obligándola a levantar la cabeza. Poco a poco se fue acercando a ella, le dio un beso suave, al que Emma respondió encantada.
-Enana.
-Vamos, a cenar grandullón.-Emma se levantó, Rubén a su lado acariciando su mano.
-Rubén, es hora de cenar cielo-Gritó su madre-Emma ¿te quedas?
-Si, di que sí-La incitó él dándole un beso en la cabeza.
-No gracias, no puedo enserio, tengo que irme.
Oscar (el padre) y la niña ya estaban a la mesa.
-Mamá, voy ahora, acompaño a Emma a la puerta y listo.-Salieron a fuera, en el porche, Rubén cerró la puerta-¿Quieres que te acompañe a casa? Es de noche.
-No, gracias-Emma enredó sus brazos en el cuello de él, el le cogía la cadera.-Buenas noches.
Se dieron un gran beso cálido y suave de despedida. Rubén entró en casa.

***

Emma estaba llegando al parque cuando vio a Borja.
-¡Emma!
“Oh Dios, ya está aquí, pero qué pesado”-Le dio un saludo de cabeza y siguió caminando.
-Emma, por favor espera, tengo que hablar contigo. Es algo serio-Se cruzó en el camino.
-¿Qué quieres? Es mi hora de cenar, no se la tuya…-Borja la cogió por los hombros haciendo que lo mirase fijamente a sus grandes ojos azules.