jueves, 2 de junio de 2011

Cinco

Era medianoche. Emma se desplomó en la cama y se quedó allí, mirando el techo y pensando. Pensando en lo que acababa de pasar en el parque. Sus mejillas se ruborizaron de nuevo.
Empezó a pensar que a lo mejor sentía lo mismo que Rubén. Después de un tiempo, sí, decidió que sentía lo mismo.
***
-¡Borja, eres un auténtico impertinente! Ya te vale.-Gritaba Rubén.
-¿Por qué hermanito? Solo digo la verdad. Eres un Lan-za-do.-Decía Borja.
La ira empezó a despertar en el interior de Rubén.
-Tú lo que eres es un celoso. Todas las tías por las que me pillo, ala, vas tú y me las quitas,¡celoso!, ¡tacaño!-Se quejaba Rubén.
-Rubenin, enano, si yo soy el espabilado no tengo la culpa.-Decía Borja con una pizca de gracia en la voz.
Rubén no aguantó más y descargó su puño derecho en la mandíbula de su hermano.
-¿Pero qué te creer que haces?¿de qué vas?-Dijo Rubén-Esta vez no, Borja, será diferente. Esta vez seré yo el campeón. Entiéndelo. Emma será mía ¡solo mía!
-¿Y Sandra, Rubén?¿Qué pasa con ella?¿Acaso la olvidabas? Si tú no te decides por ninguna acabarán sabiendo que estás a dos bandas-Echó en cara Borja.
Rubén gruñó y Borja se tiró encima de Rubén tumbándolo en el suelo y pegándole por todas partes.
Rubén resoplaba aguantando el dolor. Un sabor extraño llegó a su boca.

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