Treinta y siete

Emma abrió la puerta de la calle y al ver qué era lo que pasaba se quedó allí parada con la boca abierta y una sonrisa que iluminaba su cara.
-Em, ¿qué pasa?
-Eh, moveros que no veo.
El chico se quitó el casco dejándolo colgado de un manguito y se bajó de la moto.
-¡¡Dios,  quien es ese bombonazo!!-Dijeron Lupe y Covi a la vez-Hay que te saluda tía.
-Chicas venid conmigo.
Las chicas se dirigieron hasta él.
-Em-Dijo con una curva pícara en su cara.
-Hola-Ella también sonreía.
-Bueno, gracias por presentarnos, yo soy Lupe y esta es Covi.
Guadalupe era esbelta, alta y de tez olivácea, su pelo era corto en la nuca y largo hacia adelante, de color caoba. Su cara estaba adornada con unos ojos grandes y azules eléctricos, sus labios eran finos. La simpática del grupo, lanzada y nada vergonzosa, activa y algo cariñosa.
Covadonga en cambio era la más bajita, de melena muy ensortijada y por el hombro, negra y siempre brillante como el azabache, su tez era morena pero poco bronceada, algo gordita. Tímida y muy vergonzosa, callada.
-Hola, yo soy Borja, ¿Qué tal?
-Perfectamente, ahora-Le sonreían embobadas.
Emma y Borja se miraban uno al otro, ambos pensaban en lo mismo. La noche anterior. Como si él se lo dijera telepáticamente, ella se tiró a abrazarlo y se besaron, sin miedo a la gente que pasaba ni a las amigas de Emma.
Cuando se separaron él habló.
-Me voy a dar una vuelta en la moto, ¿te veo esta noche?
-Supongo. ¿Dónde anoche?
-Sí. Ya sabes lo que tienes que llevar ¿no?
Asintió con la cabeza. Un último beso y él se puso el casco y se despidió de las tres chicas con la mano.
-¡Emma, Emma, Emma! ¿Estás con él?
-¿Eso era una cita?
-Subamos al ático, que hay más que contaros antes que lo de ahora mismo.
Así lo hicieron.
-Empieza ya, vamos-La apuró Covi.
-Bueno, este tiene un hermano, se llama Rubén…
Les contó todo, desde el día en que se cayó al lago y conoció a Rubén, hasta el hospital, las broncas, su primer beso con Borja, todo, incluida la noche anterior. Al acabar Emma tenía los ojos empapados y ninguna tenía la suficiente fuerza para hablar. Emma lo intentó.
-¿Y sabéis lo más duro?
-…-Negaron con la cabeza.
-Qué Borja se va a estudiar o algo así a un internado fuera pasado mañana y todo por culpa de Rubén-Emma no pudo más y empezó a llorar como nunca, a mares.
-OH Emma-Empezaron a consolarla.
-Y esta noche…¿qué vas a hacer?
-No soltarlo obvio-Se rieron.
Alguien llamó a la puerta. Ella supuso que sería su madre.
-Emma a merendar.
Esperaron hasta que hubo bajado las escaleras.
-Venga, vamos al baño a lavar esa cara y bajamos a merendar ¿vale?
-Estoy muerta de hambre-Dijo Covi.
-Si, y yo, mirad como me rugen las tripas-Lupe la animó.
Se rieron y salieron al baño, después a zampar como muertas de hambre.