jueves, 2 de junio de 2011

Once

Emma cogió el dinero, salió de casa, en realidad no sabía a donde se dirigía, no tenía ni idea de donde estaba el supermercado. Ya preguntaría a cualquiera, la gente de allí era maja.
EL día era perfecto, ni una nube en el cielo, el sol brillaba pero no hacía tanto calor.
Cuando se cansó de dar vueltas y de no acabar encontrándolo por su cuenta, se acercó a una chica, le parecía agradable, era alta, delgada de unos ojos grandes y verdes, su melena era algo ondulada y muy larga y rubia.
-Disculpa,¿me podrías ayudar?
-Sí, por supuesto-Su voz era clara y aguda-¿qué quieres?
-Verás no soy de aquí, estaba buscando el supermercado, pero llevo dando vueltas un buen pedazo y no soy quien a localizarlo.
-A si, tranquila-se rió y Emma con ella-verás ¿sabes más o menos por donde está la calle Ferwalld?
-Si a tres manzanas de aquí ¿no?
-Bien, pues una vez que estés en frente de la gran estatua coges la calle de la izquierda, tres cruces más y luego a la derecha y ya lo ves.
-Uf muchísimas gracias no veas de la que me has sacado, bueno mi nombre es Emma, encantada.
-Lo mismo digo, el mío es Sandra.
-Bueno será mejor que me vaya yendo. Tengo algo de prisa…
-Venga hasta otra Emma-Ambas se despidieron sacudiendo la mano.
“Sandra, Sandra, Sandra…O Dios,¿no sería por casualidad…?No, no podía ser ella, simplemente sería otra Sandra. No creo que hubiera solo esa chica con ese nombre en esta ciudad."
Siguió los pasos y direcciones que aquella agradable chica le había dado, llegó a su destino. El supermercado era enorme. Emma se dispuso a hacer la compra, había diez pasillos larguísimos. Bueno, habría que empezar por alguno.
Ya casi había acabado con la compra cuando vi una figura de espaldas a mi a lo lejos. O no, él no. Otra vez no…Jolines, la mantequilla de cacahuete estaba justo donde él se encontraba, bueno le diría a Yolanda que no estaba y listo. Se dio la vuelta dirigiéndose a la caja menos ocupada.
-¡Emma!¿Cómo tú por aquí?-Emma se sobresaltó por la voz procedente de detrás de su espalda, sabía perfectamente de quien era, Borja estaba allí, acompañado de su hermanita Marta.
-Borja…-Dijo con una voz alegre (irónicamente)”Mierda,¿por qué a mi?”

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