viernes, 3 de junio de 2011

Cuarenta y tres

No le contestó al mensaje, siguió colocando su ropa, su calzado, preparó su ropa para mañana, limpió su habitación, ventiló.
“¿Desde cuándo limpio mi habitación tan a fondo sin que mi madre me lo ordene?” Se rió. “Ups, la ropa de la despensa”
Su armario ya estaba lleno y aun tenía ropa abajo. Seleccionó la más usada y vieja y la que no usaba, la metió en bolsas y fue a tirarla a la basura.
A lo lejos vio a Rubén, tiró la basura y fue hacia él. Él la vio a lo lejos.
-Hola.
-Hola Emma-La llamó por su nombre completo y no por el apodo que él le tenía puesto. Estaba serio como si se extrañase de que le saludara-¿Qué tal?
-Bien, ¿y tú?-Él estaba sudado y con la cabeza empapada, supuso que había ido al gimnasio pero que no se había bañado allí.
-Bien, cansado y esas cosas, algo normal después de hacer deporte ¿no?
-Si-Se rieron juntos-Te vi de lejos y…bueno, quise disculparme, el otro día estuve muy borde, no sé por qué, pero lo siento-Esbozó una mueca .
-Perdonada-Alzó el pulgar-Oye unos amigos y yo vamos a salir esta noche por ahí, ¿te apetecería venir? Tranquila no serás la única chica.
-No puedo, he quedado.
-Vamos a hacer botellón o de bares, no estoy muy seguro…
-No, enserio hoy no puede ser pero te lo agradezco otro día anda.
-Guay, bueno me voy que me tengo que cambiar-Le fue a besar la mejilla, ella se apartó.
-Chao-Se dio la vuelta hacia casa.

-Mamá, papá, abuelos…-Llamó a su familia, había luz en la casa.
-Em, ya hemos llegado, estamos haciendo la cena.
-Mm, que bien huele.
Subió a cambiarse de ropa, ya eran las diez y media y aun tenía que cenar. Se puso unos vaqueros ajustados y cómodos, una camisa de cuadros de colores vivos y unos playeros de tela.
Cenó pizza y coca-cola. Subió al baño a lavarse.
-Mamá me voy a dar una vuelta.
-Vale.
Caminó hasta el parque, se sentó en un banco, hacía una brisa agradable aunque fresca. Estaba sola allí, no había nadie más. Le pegó un toque a Borja y al cabo de tres minutos lo vio aparecer por su izquierda. Lo esperó allí sentada.
-Hola niñata-La besó-¿Qué tal?
-Bien, ahora.
-Vamos a dar un paseo.
Se fueron del parque a paso pesado, sin prisa, hablando de cualquier cosa.
-¿Vamos a un pub?
-No sé, tengo dieciséis años…la ley dice que hasta los dieciocho ¿no?
-Con migo pasas, y si vamos a uno conocido mejor aun.
Caminaron en dirección al centro de la ciudad, al ser pequeña se podían desplazar cómodamente hasta donde quisiesen.
Entraron sin problemas. Borja saludó al portero y le explicó al oído algo, Emma supuso que era por ella porque la miró de arriba abajo. El interior era pequeñito de luces de colores y sillones cómodos y acolchados de un tono rojo oscuro iluminada cada mesa con una lámpara en el centro. Tomaron un par de copas y cuando iban por la tercera alguien inesperado apareció con sus amigos por la entrada con sonrisas tontas en sus caras.

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