Cincuenta y cinco

Alicia leyó la carta, grandes lagrimones bañaron su rostro. Arrugó la nota entre sus manos hasta hacerla una bola. Se acurrucó en el sofá. ¿Cómo narices pudo tener un hijo tan terco y déspota que lo único que estaba haciendo era destrozarla por dentro?
-¿Mamá?-Rubén entró por la puerta y corrió hacia ella a abrazarla fuese cual fuese el motivo.
***

Emma se desplomó en el sofá acompañada de Ámber.
-Tía, menudo día.
-Claro como tú estás soltera y no te han parado de silbar…-Se echó a reír y Emma a darle cojinazos.
-Chicas a comer-Las dos se sentaron en la mesa con la familia de Emma a comer.

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Pasaron las semanas, Emma se había adaptado muy bien al centro, conociendo a gente nueva y encontrando nuevas amistades, apenas veía a Rubén y eso por un lado la alegraba. De vez en cuando salía con Ámber, Alison, Brooke y algún chico de la pandilla.
Su cumpleaños llegó y lo celebró en el pub al que Borja la había llevado su última noche en el pueblo, y acabado en la playa con la típica hoguera y comida y música. A ella acudieron LAS CINCO, Emma las presentó al resto, y en fin, la noche pasó lenta y magnífica como tantas otras tardes con sus amigos. Todas las chicas durmieron en su casa, montando colchones inflables y durmiendo unas con otras…algún chico se atrevió a dormir en tiendas de campaña en el jardín trasero. En fin, Emma iba saliendo del pozo en el que se había metido al marcharse su chico, con esfuerzo y ayuda de todos se iba olvidando poco a poco y sin querer de él, de Borja.

Hasta que un sábado por la mañana, en el buzón del jardín, Emma recibió una carta que pensó jamás recibiría. Constaba de lo siguiente:


Emma:
Ojala aun no me ayas olvidado. Siento mucho no haberte escrito antes, pero me temo que solo podemos mandar una carta al mes y ya te puedes imaginar la primera a donde fue a parar, espero portarme bien para que esto no me lo restrinjan tampoco. No tenemos tecnología ni  nada de eso. 
Mi vida aquí no está mal, intento ser decente y obedecer por mucho que me jodan todas las órdenes que mandan estos capullos, esclavos es lo que somos, se aprovechan de nosotros, pero bueno, espero volver pronto, por navidad me dejan salir apenas una semana, o al menos eso espero, pero es suficiente para disfrutar de la buena compañía.


Espero que tu primer día en el bachillerato haya ido genial, y que te vaya bien durante el curso. No te puedes hacer a la idea de lo que me acordé de ti el día 28…ese día, aquí presentes están Rufo y Hugo, lloré como un condenado aferrado a aquella foto que nos hicimos, leyendo una y otra vez el poema que me escribiste, si Emma, me volví más blando que el flan ( Te echo de menos. FELICIDADES mi enana, tendré que ir cambiándote el apodo ¿no? Ya son 17 tacos los que te curras. Espero que mi regalo te guste, lo tallamos aquí, los hacemos aquí. Fue el primero que hice, obviamente pensando en ti. Espero que te guste mi cumpleañera. 
Siempre en mi memoria.
Borja

Lagrimas empezaron a salir de sus ojos bañando la carta que tenía en sus manos. Allí sentada en el césped abrió el pequeño paquete envuelto en periódico. En el interior un llavero de madera de haya, con su nombre tallado verticalmente. “EMMA”
Se llevó el llavero a la boca y lo besó ciento y una vez mientras lloraba de continuo y doblaba la carta por miedo para no estropearla.
-Borja…