jueves, 2 de junio de 2011

Diez

Esa noche a Emma le costó dormir. Su cabeza estaba revuelta, sus ideas desordenadas, sus pensamientos mezclados. Dios mío ¿cómo ha podido pasar esto? Emma, que creía que todo iba bien, que Borja no estaba interesado por ella; ella, que se creía no interesada en él, al contrario, que creía odiarlo… Todo había dado un giro radical. Esto no podía ser, Borja mentía, sí claro que mentía, lo único que él quería era perjudicar a su hermano hiriendola a ella.
***
Unos fuertes golpes sonaron en la puerta de la habitación de Emma.
-Emma, son las doce y media, ¿no crees que ya es hora de ir levantándose para hacer algo en casa?- Yolanda parecía un poco molesta.
-Humm…solo un ratito más por favor…-Genial, ayer se había acostado a las once, pero no logró conciliar el sueño hasta entradas las tres de la madrugada y se había despertado durante la noche al menos tres veces por pesadillas relacionadas con los hermanos.
-¡Vamos he dicho!-Emma no tenía ni idea de lo que habría pasado pero la verdad es que su madre estaba muy enfadada.
Se levantó demasiado rápido, la cabeza le empezó a dar vueltas, pero pronto amainó. Hizo la cama y se puso el primer vestido que pilló, uno azul con florecitas estampadas en tonos más claros y se calzó unas chanclas.
Bajó a la cocina, su madre recogía las cosas muy rápido.
-Buenos días mamá, ¿qué te pasa?
-Tu hermano, me saca de quicio, se que no tienes la culpa y lo siento. Bueno ¿cómo has dormido enana mía?-así era como la llamaba Rubén.
-No muy bien, la verdad.
-Ten tus tostadas y tu café.
-Gracias-Empezó a comer una tostada cuando la madre le preguntó:
-Emma,¿vas a ir esta tarde al lago a ver a Rubén competir? He visto que os habéis hecho muy amigos ¿no?-Asintió con la cabeza, la boca la tenía aún llena-Por si no te acuerdas es a las cinco y media-Volvió a asentir-Tengo que ir a comprarme algo de ropa para el trabajo, por favor,¿te ocupas tú de la compra?-Yoli trabajaba como masajista en un centro comercial, era la jefa de la sección.
-Sí, claro. Me vendrá bien conocer un poco el centro.
-Bien te dejo la lista y el dinero en la nevera, cielo- Le dio un beso en la sien, cogió su bolso-Hasta dentro de dos horas. Ah, Adri se queda contigo-Y se fue.
-Genial. ¡¡Adrián, baja aquí ahora mismo vagoneta!!será morrudo…-No le hizo caso, a estas horas Emma sabía perfectamente que estaría haciendo su queridísimo hermano, la videoconsola. Bajó los plomos.
-¡¡Eh!! ¿¡Emma que has hecho!? ¡NOOO! Que iba por el décimo nivel del Killer in New York.
-Mamá me ha mandado a hacer las compras, y tu no te vas a quedar aquí como un vago mientras me rompo el culo trasladando las bolsas, vamos.
-Joo, sólo un cuarto de hora, por favor- su cara era de reproche, era penoso, lo hacía fatal, pero solo por no tener que aguantarlo con el típico ”quiero coca-cola” valía.
-Vale, un trato. Yo hago la compra si tú haces las camas y recoges un poco la casa, lo justo para que no parezca una pocilga, luego juegas cuanto quieras.
-Mm...Trato hecho-Subió las escaleras a más no poder, pronto ella sintió cómo un somier se movía.

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