viernes, 3 de junio de 2011

Cuarenta y dos

-¿Nos bañamos juntos luego?
-Mastica, después hablamos.
Cuando ella acabó el bocado le sacó la lengua.
Acabaron de desayunar, Emma fregó los utensilios mientras Borja limpiaba la mesa.
-Me voy al baño, necesito un buen baño, si quieres vienes y sino a tu casa guapito.
-No Em, paso, me voy a mi casa que es muy tarde ¿vale? Tengo que hacer la maleta niña.
-Oh, ya claro…-Agachó la cabeza y se dio la vuelta.
-Eh, Em, no te pongas triste, si tenemos suerte me dejan tener Internet o teléfono, al fin y al cabo no soy tan malo ¿no?
-Nada de eso, eres lo mejor.
Un abrazo enorme, frío, demasiado frío. Emma se movió por un respingo.
-Me voy vida mía. Vuelvo a la noche a despedirme ¿vale? Me piro de madrugada y no quiero despertarte apareciendo por la ventana…-Esbozó una sonrisa para alegrarla, pero no lo consiguió. La besó lenta y apasionadamente. Después le acarició la cara y se fue.

No podía estar pasándole esto a él, había llegado tan lejos…Había conseguido lo imposible por así decirlo. En el momento en que se conocieron, Borja se dio cuenta de que era terca y dura, que iba a ser difícil conseguirla, no como un premio, sino como conquista.

-Borja, ¿dónde estabas? ¡¡He llamado a casa de Isaac y su madre me ha dicho que no estabas, que no sabían de ti desde hace una semana!!-Su madre estaba muy nerviosa-¡¡Contéstame hijo!!
“Mierda, tenía que haber llamado a Isi y decirle que le cubriera…”
-Mierda…Vale, he dormido en otro sitio.
-Borja hoy es tu último día y no quiero despedirte con broncas. No me ha gustado nada que me mintieras, ¿Dónde has dormido? Déjame pensar…¿En casa de Marta, de Lorena, de Sofía?
-En casa de un amigo-Dijo rascándose la cabeza.
-Se que no estuviste en casa de ningún AMIGO-Dijo recalcando esa última-Dime la verdad, en casa de QUÉ CHICA.
-¿Enserio quieres saberlo?-Su madre asintió-Emma.
-¡Borja! Pero por Dios, menos mal que tu padre no lo sabe porque se pondría echo una furia. No me lo puedo creer…-Dijo dirigiéndose a la cocina a tomarse un café como en cada sesión de disgustos con Borja.
-Mamá, yo…
-Cállate y sube a preparar tus cosas-Estaba seria y con la mirada perdida.
***
Emma estaba acostada en el sofá del ático, oliendo los pocos restos de las velas y el aroma de Borja que quedaban impregnados en el ático. Se la notaba triste, cansada, aburrida…Se levantó de mala gana y bajó a su habitación, su pelo aun estaba mojado de la ducha que se había tomado hacía apenas veinte minutos. Buscó sus libros y el material escolar. Buscó su mochila de la suerte, la que había llevado toda la secundaria y que aun parecía recién estrenada, una negra con letritas y frases de colores y con dibujos pequeños y coloridos. Metió el material en ella. Después abrió el armario.
“Menudo desastre, no se encuentra nada”
Lo vació entero y empezó a doblar la ropa y a colocarla curiosa en él.
“Tengo que distraerme cómo sea, lo necesito”
Un ring en su móvil sonó. Fue a la mesita. Un mensaje. Lo abrió.
“Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero in-fi-ni-ta-men-te.12de la noche parque Magnolia”
Emma esbozó una sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario