Catorce

-¿Y cuándo podré ir a verlo?
-No lo sé cielo, aun está en reanimación.
-Mamá, ¿qué parte no entiende nadie? Rubén está mal, fue culpa mía, tengo que verle, hablar con él, decirle cuánto lo siento…
-Emma, Emma, Emma, vamos cálmate. Shhh-Después de un buen rato con Emma en sus brazos y acariciándole la cabeza, Yolanda habló de nuevo-¿Se te apetece desayunar algo? Estamos solas en casa, hoy los chicos se han ido de pesca.
-No, no tengo hambre.
-Oh Emma, por favor. Estar en ayunas constantemente no va a hacer que Rubén se recupere antes. Tienes que seguir con tu vida. Métetelo en la cabeza hija.
-Tienes razón, comeré algo y saldré a dar una vuelta con Bruno.
-Bien, así me gusta. Y pégate un baño, hace un gran día.
-Mamá…
-¿Si?
-¿Qué hay para desayunar?
Las dos se rieron.
***
-Mamá…papá…
-Oh Rubén ya veo que vas mejorando-La doctora se rió-Bien llamaré al doctor para ver que opina y subirte a planta-Ella le dedicó una gran sonrisa.
El doctor entró y corrió la cortina. Empezó a examinar al joven.
-Bueno Rubén…¿qué tal estás?
-Algo…mejor, doctor…Gubert.
-De acuerdo, haber…-Siguió examinándolo-Sí, estás preparado para subir a planta.

***

-Venga Bruno, nos vamos un poco de paseo.
Emma iba con ropa de deporte, empezaron a correr por el borde del lago.
-¡Emma!-Por fortuna no era la voz de Borja, después de lo ocurrido con su hermano no tenía ganas de verlo.
-¡Sandra! Qué sorpresa, ¿Qué haces aquí?
-Bueno, tengo un amigo por aquí y últimamente tenemos problemas, así que vengo a arreglarlo-Hizo una mueca.
-Ajá. Me parece bien-Emma apartó la mirada hacia el perro por mirar a algún lado.
-Y a ti…¿qué te pasa?
-Bueno, este día he tenido un problemilla con mi…bueno…emm…mi amigo. Le clavé el cuchillo en un lado del estómago, estábamos en la cocina de mi casa y al darme la vuelta…pues…zas.
-Oh, vaya, ¿y cómo está?
-Bueno, en el hospital claro-Las dos se rieron amargamente.
-Bueno tengo que seguir, hay que hacer algo de deporte, lo siento. Oye, ¿qué te parece si te vienes esta tarde a mi casa o damos una vuelta? Para conocernos vaya-Se rió.
-Genial, si sí, lo típico de cuántos hermanos tienes, años, escuela a la que irás, donde vivías antes… tranquila-Sandra le contestó.
-Si, bueno o mejor, tenía pensado venir a bañarme al lago, ¿a las cinco aquí mismo?
-Guay-Le sonrió.
-¡Hasta luego!
Emma se fue corriendo de nuevo, Bruno a su lado.